lunes, 22 de octubre de 2007

let it go


Nadie puede leer esto. Esto podría escribirlo en la puerta del baño de una estación de servicio. Junto a mi número. Y esperar que el amor decidiese cagar y lo viese.

Nunca pensé lo azul que es la barra de Word. Dan ganas de bñarse en la pantalla como dirá Seth. No lo se. Me siento sólo y todo lo que he construido se vuelve absurdo. No se por donde tirar. No recuerdo si amé. De verdad que no lo recuerdo. No recerdo cuando tuve un sueño. Cuando tuve una meta. Cuando no hice las cosas porque era mi deber o era lo más fácil. Ahora me dedico a no comer. No desayuno nunca. Como un sándwich y ceno una ensalada lo más frugal posible. Y estoy cansado. Y quizá alguien que me viese diría que voy a romper a llorar. No lo se. Supongo que sí. Llorar nunca es la peor opción.

No me queda tabaco y eso me duele





Y mañana otra vez lo mismo. Otra vez intentar perder otro kilo para parecerme un poco menos horrible y pensr que la vida quizá me regale un poco d eilusión. Que una vez que consiga perderé. Nunca fui de retener las cosas. Nunca me pongo triste si pierdo algo. Lo asumo. Nada vale tanto. No se lo que digo hoy.

he perdido la ilusion, o mejor dixo nunka la encontré

y tengo muxas ganas de llorar hoy, y e dias como este, es cuando llamo a j. y lo unikoq me apetece es meterme el medio pollo q nos keda del finde pasado y probar si puedo kedarme tieso en el sofa hasta mañana y mañana empezar de neuvo. empezar de cero. y encontrarme o por lo menos no pensar.

solo un ma dia, oy solo es eso




mola;

para salva, porq creo q es como quería ser yo cuando tuviese su edad

5 comentarios:

Colapso dijo...

Estos posts tuyos me gustan por un lado, pero por otro me sacan de quicio, porque nunca sé hasta que punto, escribes de verdad, sobre cómo te sientes y hasta que punto esto es poesía.
Luego por el Messenger te pregunto y te limitas a reirte de mi cómo el buen cabrón que eres.
Lo que sí puedo decirte lo que te digo siempre (creo que ya soy cansino): no eres tú el que ha de cambiar en ningún aspecto.
Y debes tener la esperanza de que algún día un tio buenorro cachas esté loco por ti; o simplemente, un niño que te mire cómo muchos sabemos que pueden llegar a mirarte. Tienes algo muy especial, algo que hace que todos te miremos con muy buenos ojos. Todos nosotros no podemos estar equivocados.
Y si hoy estás mal, y tienes ganas de llorar, llora, desahógate y echa cojones para comenzar de cero en serio.

A Salva le encantará que se lo dediques a él. Es que parece que lo estoy viendo con una gran sonrisa, en bañador y medio borracho XD

Te quiero una jartáááá

Pd: siento no vernos en Madrid este puente. Ni siquiera pasa el autobús por allí. Necesito un abrazote tuyo, joooo.

pa´mi canalla dijo...

gracias.
de momento solo eso.
un besazo

Pau dijo...

Ay primo, deja de ser tan romántico. Y come por dios! que los tios a los que dan ganas de regalarle un bocadillo no ponen nada! Un beso

Sísifo de Éfira dijo...

A tí te voy a poner yo las peras al cuarto, trolo. O mucho confías en mi natural inquietud investigadora, o es que no tenías pensado darme a conocer tu nueva casa.
Te propongo un "blog nuevo, vida nueva": corrige la ortografía, leñe.

salva dijo...

NIño este post es muy triste, y duele porque no puedo evitar sentirme identificado con muchas de las cosas que dices, ¿sabes? te voy a contar un secreto, el otro día estaba cansado de todo y me encerré de mi habitación y me puse a llorar intenté en voz baja decir lo que nunca me había atrevido a reconocer más que dentro de mí mismo con la esperanza de que tal vez al oírlas las palabras fueran más reales, y me propuse que no me afectaran tanto las cosas, que no tirara la toalla tan pronto, que no aceptara que la soledad va a ser inevitable y lloré, y por momentos me sentí alividao.
Luego lo olvidé y me sumergí en la rutina que me impide pensar, pero quedan rescoldos, heridas que se abren, que vuelven a doler, a veces pienso que la soledad es como un remolino contra el que me resisto pero noto como poco a poco pierdo fuerzas y me engulle.

Simplemente intento hacerme fuerte en mi soledad, aceptar la verdad e intentar convivir con ella, pero por favor no castigues a tu cuerpo, yo también lo hacía cuando no me gustaba a mí mismo, cuando me odiaba porque me veía feo, horrible y asqueroso pero en el fondo culpabilizar al físico de nuestros problemas no es más que una forma de huir de ellos, el problema está en nosotros.
¡Nos cuesta tanto pedir ayuda!, ¡nos cuesta tanto reconocer nuestras debilidades!, menos mal que tienes a J. es una gran persona y te ayuda porque sabe ver lo que hay en tí y lo mucho que vales.
Sólo un necio no podría ver tu belleza.

Tengo la suerte de tener a SAlva (si es al que te refieres) cerca y al igual que te sucede con J. también es mi confidente, con él recurro al humor y le cuento las cosas con guasa pero él sabe leer mi dolor y me comprende como pocos, seguramente como dijo PIjote es mi parte racional, para mí tenerle cerca es tener un gran tesoro.
En fin!.
SAbes que te queremos.