jueves, 1 de mayo de 2008

*** FIN ***

muchas gracias a todos los que habeis participado en este blog

que os vaya bien bonito!

30 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre todo que te vaya a ti bien y bonito.
Lo echaré de menos.

Ni puedo, ni quiero... negarlo.
No hay besos suficientes...

Anónimo dijo...

idiota xq dejas d scribr...?

Anónimo dijo...

O_O

Echaré de menos leerte por aquí, que quede bien claro.

Besos, guapo.

Chiqui dijo...

:(

:****

QuijoteExiliado dijo...

No me creo q lo dejes

Eres tan marica q no puedes vivir sin nosotros!!

Aun así te echaré de menos pero espero verte pronto

salva caballero dijo...

nos dejas? no me lo puedo creer.


que hare yo sin ti?


un besazo

gracias,gracias...

Mundo Catódico dijo...

Ey que aunque algunos comentemos pocos también te leemos.

Bueno por lo menos espero seguir viéndote por el msn

taluego

Peter Hook dijo...

O_O

no me lo puedo creer!
pero si al final lo has dejado tu antes que yo!

que fuerteeee! xDDDD

y porque no me habías dicho nada??
espero verte pronto... ^^

besos

Anónimo dijo...

no sé qué decir, sólo que me hacías sentir bien cada vez que te leía, y que eres único y especial, pero eso ya lo sabes, aunque no te lo quieras creer, qué pena que nos haya separado la distancia y la edad (lo segundo es autoimpuesto, ;)) qué pena no tener más gente como tú cerca de mí, no puede ser que las cosas buenas duren tan poco,...

CANALLA dijo...

muchas gracias a todos, emociona provocar algo, aunque sólo sea un sentimiento ;)

QuijoteExiliado dijo...

Esto lo has hecho para q te dejemos comentarios

CANALLA dijo...

bien lo sabes, jajajajajaj, pero q puta eres canalla!

Anónimo dijo...

Siempre se van los mejores....jeje Bienvenido a la vida real!

Kichiaya dijo...

Estoy con Quijote, xDDDDDDD.

Sé que volverás!

Anónimo dijo...

Pues eso que te vaya bien y espero saber de ti...

chao!

Anónimo dijo...

en fin, gracias a ti en todo caso por darnos tus tres blogs, q por cierto, voy a imprimir.
espero que estes bien y que podamos hablar un ratillo pronto, ok?
enga, besotes maxote

Anónimo dijo...

Me niego!!

QuijoteExiliado dijo...

Vuelve ya PUTA, q te echamos de menos!!

Si hay 20 comentarios debes prometer volver!!

QuijoteExiliado dijo...

19

salva caballero dijo...

te echo de menos.
y 20

un besazo

Anónimo dijo...

Creo que esto debe estar aquí:

Estaba anocheciendo. Un día de mayo. Un relámpago rasgó el cielo. No hubo trueno.

Un hombre caminaba por la calle. Era mayo. Era Madrid. Hacía calor. Pero nuestro hombre llevaba su sempiterna gabardina. Raída. Sucia. Se podían seguir en ella las tapas aceitosas de cada uno de los días de su existencia. Se podían distinguir cada uno de los días de lluvia y barro. Incluso se podía recordar, con esa mancha de sangre que, abajo, casi en el dobladillo, permanecía impoluta e inamovible al paso del tiempo. Ese día que, nuestro hombre, decidió pegarse con un vaso, en un tugurio de cualquier calle de mala muerte de las que frecuentaba. Y perdió la pelea. El vaso le cortó la mano sin piedad. Algún otro día, tuvo ganas de repetir esa pelea. Pero solo se atrevió a empujar ligeramente al vaso contra la pared de enfrente. Era más práctico. La batalla tenía más posibilidades de ganarla. Y perder por perder, siempre pensó, que era una estupidez.. Y estupideces, las justas, le gustaba repetirse.

Otro relámpago. Esta vez sí hubo trueno.

Nuestro hombre levantó la cabeza. Se paró en medio de la calle. Miró el cielo. Un cigarrillo permanecía en la comisura de sus labios cual equilibrista del Circo Price. Un coche le pitó. Él le miró con cara de indiferencia. El hombre que conducía, no insistió. Vio su futuro como el del segundo vaso. Estrellado contra la pared de enfrente.

Una gota cayó. Hacía calor. El hombre se subió el cuello de la gabardina. Hacía calor. Pero daba igual. Otra gota cayó. Sobre el cigarrillo. Lo miró con cara de pocos amigos. Pero decidió que no podía pegarse contra una gota de agua, y menos esa que ya estaba en el cigarrillo. Aspiró con fuerza. Al menos la convertiría en vapor, antes de que alguna amiga llegara a hacerla compañía. Y dos a veces es multitud. Y debería dar entonces la batalla por perdida, y dejar de saborear ese Lucky sin boquilla, que aún, permanecía entre sus labios, en ese suave y peligroso equilibrio.

Llegó al bar. Empezaba a llover. Ya no era una u otra gota que de vez en cuando caía. Decidieron, las gotas, juntarse y caer juntas. Siempre se ha dicho que caer unidos, se cae mucho mejor. Los relámpagos surcaban el cielo ya sin descanso. Los truenos rompían el silencio de la ya noche de Madrid. Parecía que rememoraban los cielos y los infiernos la carga de los Mamelucos. Sus cañones disparados en las callejuelas del Madrid del siglo XIX. No había gente. Debían haberse ido todos a hacer reverencias a Esperanza.

Pero todo esto le daba igual a nuestro hombre. Solo le importó en ese momento que su cigarrillo se había consumido. Y lloró. Una lágrima le despidió, mientras caía ya, inservible, desde los labios de nuestro hombre.

Se sacudió la gabardina, antes de entrar. En ese pequeño vestíbulo que había entre las dos puertas del bar. Miró por el cristal de la segunda puerta, según se entra. Vio al camarero, enjuto y malencarado. Como a él le gustaban. Fermín. De pocos gestos. Ninguna palabra. Un grupo de hombres, sentados en la esquina más alejada del bar levantaron la cabeza cuando sonó las campanillas de la puerta.

El hombre de la gabardina, se encaminó al otro lado del local. Hacía mucho calor. Y eso que era mayo. El dueño, hermano de D. Tacañón, no consideraba necesario poner el aire acondicionado. Pensaba además, que cuanto más sudara el personal, más cerveza vendería.

Se quitó la gabardina, al sentarse en el taburete. De madera. El camarero le puso el vaso. El de siempre. Pequeño. De dos tragos. O uno largo. Cogió la botella, con ese tapón largo, estirado, por el que salía el líquido. Como en las películas del oeste. Bourbon. No podía ser otra bebida.

El hombre de la gabardina quitada y tirada sobre la barra levantó el vaso, miró al camarero. Se lo llevó en un gesto rápido y decidido a los labios, y en el mismo gesto, bebió su contenido sin apenas saborearlo. De un trago. Largo. Hizo un gesto al sentir el ardor que producía el líquido al bajar y llegar a su estómago. Puso el vaso otra vez en la barra, y el camarero se lo volvió a llenar.

El hombre encendió un cigarrillo. Lucky, sin filtro. Por primera vez, miró al camarero a los ojos. Éste se sorprendió. Pero le mantuvo la mirada. En muchos años que le conocía, era la primera vez. Y lo supo. Y supo que ya no le volvería a ver.

El hombre apuró su bebida. Los hombres del otro lado de la barra, seguían atentos. No podían dejar de mirarle. Les fascinaba. Su, hasta hacía unos momentos divertido parloteo, había callado súbitamente desde el momento que el hombre y su gabardina hicieron su entrada.

El hombre dejó unas monedas sobre la barra. Pero el camarero puso su mano sobre las del hombre. Esta vez era él el que le miraba. Recogió otra vez las sucias monedas, y se las volvió a meter en su bolsillo.

Cogió la gabardina, y sin mirar atrás, salió.

El camarero permaneció con la vista durante unos segundos siguiendo la estela del hombre. Y de su gabardina. Ahora llovía torrencialmente. Pero le dio igual. Salió y dejó que el agua le empapara.

Los hombres de la esquina, llamaron al camarero. El que parecía que llevaba la voz cantante, le preguntó, dubitativo, hasta diríamos que emocionado:

- ¿Era… él?
- ¿Quién?
- El hombre de la gabardina.
- Sí, era él.
- ¿Canalla? – apuntó otro.
- Sí.
- ¿Vendrá mañana?
- No volverá.

Los hombres se miraron con rabia. No se habían decidido a abordarle mientras le habían tenido a unos metros. Pero ya era tarde. Ya no podrían tenerlo nunca más.

- ¿Y como era? – preguntó el más joven.

El camarero, le miró. Una ligera sonrisa, que en sus labios parecía grotesca, apareció en su cara. Y salió de su boca, lo que más parecía un escupitajo, que unas palabras.

- Era… canalla.

Y se retiró hacia el otro lado de la barra, cojeando. Porque el camarero, además, era cojo.

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Ni puedo...

Anónimo dijo...

bueno, no soy partidario de presionar a nadie, supongo que eres tu el que tiene que decidir que hacer... pero por si acaso... 22 :p

Peter Hook dijo...

va... no vuelvas.
esto es una mierda
prefiero tenerte en la vida real que aquí ;)

QuijoteExiliado dijo...

Como dejes el blog definitivamente, te obligo a llevarme al concierto de Madonna este septiembre en Madrid.

Avisado quedas :p

patucoñomaricon dijo...

vaya ahora que he vuelto yo te vas tu..
que pena.
bueno que vaya bien y folles mucho

Anónimo dijo...

q te dejes de tonterias y escribas posts, o al menos uno de despedida decente.

salva caballero dijo...

te sigo echando de menos..

Anónimo dijo...

te echo de menos

Anónimo dijo...

Echaré de menos leerte por aquí, que quede bien claro.
Sobre todo que te vaya a ti bien y bonito.

Xoaniña Rosmona dijo...

Gracias por visitar nuestro blog sobre vih y mucha suerte
Besitos canalla